25-01-10: Día de la Chatarra. Excursión Cultural

25-01-10: Día de la Chatarra. Excursión Cultural

Efectivamente. En ese día conocimos y recordamos antiguas joyas convertidas en chatarra, y que nos devuelven a un tiempo en el que yo era un crío pequeño y mi amigo aún no había nacido.

Jorge y yo quedamos pronto, hacia las 9 y media de la mañana de un frío lunes, en la parada del cercanías de nuestro barrio, Las Águilas. Yo fui el primero en llegar y Jorge apareció al instante conduciendo el Ejecutor, que así se llama su coche, un magnífico Citroën Xsara.

A bordo del Ejecutor nos dirigimos al mayor cementerio de coches de España, el célebre Desguaces La Torre, allá en la carretera de Toledo. Necesitaba unas piezas para su coche y en ese sitio hay prácticamente de todo. Era una mañana fría, pero al rato salió un solecito que daba gusto.

Cuando llegamos allí me quedé estupefacto por la extensión de esa chatarrería, en medio del campo. Para hacerse una idea, basta con decir que hay un autobús interior para moverse de un lado a otro. Tras cruzar por dentro una inmensa nave de motores, nos abrimos paso a un extenso bosque de latas, donde había todo tipo de coches para desguazar, desde los nuevos que han acabado siniestro total por accidente, hasta las reliquias de los años 60 y 70 que están ahí por muerte natural o por cansancio del dueño.

Después de visitar el cementerio, como los dos no teníamos prisa ni compromiso alguno, aprovechamos la mañana para viajar un poco más. Fuimos a ver la estación de trenes de Algodor, muy cerca de Toledo, donde existe un nudo ferroviario importante, y por donde también pasa el AVE. Allí también hubo chatarra, pero aprovechable. Me refiero a los trenes y vagones antiguos de estructura férrea que sirven para los trabajos de mantenimiento.

Como Jorge conoce bastante el tema ferroviario, me explicó muchas cosas interesantes que yo desconocía y que me las he grabado en la cabeza. Tuvimos la suerte de ver los trenes de cerca, tan de cerca que las fotos lo dicen todo.

Se acerca la hora de comer y concluimos esta estupenda mañana con una última visita a Mocejón, pueblo toledano bastante grande, y que se encuentra en el camino de regreso a Madrid. Tras pasear brevemente por sus calles y su plaza del ayuntamiento y ver su enorme iglesia restaurada, con una torre alta y puntiaguda, entramos en un bar a disfrutar de un café con leche caliente acompañado de un donut... Jeje

Gracias, Jorge por tu compañía, y por impartirme conocimientos y cultura. En el fondo,
todas las excursiones son eso, cultura. Un abrazo

Miguel